sochimefPor Andrea del Pilar Gómez
El evento moderado por la Doctora Macarena Moral, contó con la presencia de especialistas internacionales en Medicina Familiar, como Verónica Casado, de España y Sofía Cuba, de Perú. El encuentro se enmarca en nuestro próximo XXII Congreso Chileno de Medicina Familiar “Construyendo Salud en Sociedad”, que se realizará el 30 de septiembre, 1 y 2 de octubre.
– “Tenemos que escuchar más, mirar el todo de la persona”, fue parte de la reflexión final de este conversatorio, dirigido por la Doctora Macarena Moral, para intercambiar experiencias con nuestras invitadas, Verónica Casado, Médica Familiar de España, y Sofía Cuba, Médica Familiar de Perú.
La instancia tuvo como eje central de discusión el rol de la Medicina Familiar en los sistemas de salud y cómo la Atención Primaria está fuertemente asociada a una mejor salud de la población. En esa línea, la Doctora Moral apuntó a la importancia de contar con Médicos de Familia en los sistemas de salud, en especial la Atención Primaria. Entonces, se planteó en la pregunta: Cuántos médicos de familia se necesitan en Chile. “En la Superintendencia de Familia hay inscritos 1.400 Médicos de Familias. Nos faltan 2.206. Debemos considerar que, si logramos titular aproximadamente 70 médicos de familia al año, la mitad de ellos está probablemente dedicado a la gestión en los servicios de salud y no los dejan en el Centros de Salud Familia, CESFAM, haciendo clínica. Entonces, cómo vamos a hacer esto, centrar la atención en la persona como principio de la Medicina Familiar. Y es que más allá del médico de familia, lo importante es tener un equipo fuerte centrado en la atención a la persona y en Chile lo hicimos carne. Y llegó el GES. Pero el problema es que nos quedamos en el qué, y no en el cómo, dejando de lado lo biopsicosocial”, expuso la Directora de la Sociedad Chilena de Medicina Familiar.
Por su parte, la Médica de Familia, Doctora Verónica Casado, coincidió con la complejidad que conlleva la Medicina Familiar al estar centrada en la persona, y “abordarlas como un todo y con enfoque biopsicosocial. Por lo tanto, tenemos que repensar qué es lo que lo que estamos haciendo. Si no nos centramos sobre lo biológico y además lo parcelamos, estamos cometiendo un error”, comenzó en su intervención la Doctora Casado, quien, dentro de su destacada trayectoria, fue presidenta de la Sociedad de Medicina Familiar y Comunitaria de Castilla y León, miembro del Equipo Directivo de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria durante 10 años, 1994-2004. Además, recibió el reconocimiento WONCA-CIMF 5-Estrellas, que la acreditó como mejor Médica de Familia en 2018.
“Es evidente que debemos recordar que hay mucha evidencia que asegura que una atención primaria fuerte está asociada a mejor salud de la población, menos hospitalizaciones innecesarias. Si las personas son tratadas por el Médico de Familia, pierden menos años de esperanza de vida, sobre todo cuando estos Médicos de Familia son accesibles, globales y atienden a lo largo del tiempo. En Europa, la variable de la atención primaria que más se relaciona con el impacto en los indicadores de salud es el número de Médicos de Familia en Atención Primaria. Yo por eso sigo diciendo que en Chile se necesitan 11 mil médicos de familia”, puntualizó. En esa línea, agregó que “el problema que tenemos como especialidad, es que no se ve lo que evitamos: si yo consigo que una persona deje de fumar y no vaya a tener un cáncer de pulmón, evidentemente eso es mucho menos visible que hagamos un trasplante de corazón, pero es mucho más trascendente”, insistió la Doctora Casado. Si se persigue eficiencia y fortaleza, es clave el peso y valor que se le concede a la Atención Primaria en relación al resto del sistema en cuanto financiación y el poder de regulación”.
Por su parte, la Médica Familiar, Sofía Cuba, abordó su experiencia desde la formación del médico y su rol acompañante. “Estar ahí requiere competencias clínicas y debemos entrenarlas en ser sanadores. No siempre es fácil hacerlo y tal vez desde otros saberes podemos darnos cuenta de que lo que hemos aprendido en la formación clínica no siempre ha prevalecido hacia la atención de la persona, porque tendemos a leer sólo un diagnóstico, pero que a veces no es toda la complejidad que tenemos al frente. Ha surgido un método de cómo debe ser el centro en las personas desde la parte sanitaria. Entender los sentimientos, su labor, sus expectativas, intentar entender los significados, pensar que esta persona que tiene esta enfermedad además tiene un contexto, su familia y en qué ciudad o comunidad se desarrolla. Todo eso sabemos que influye en la salud, pero no lo exploramos lo suficiente desde la formación sanitaria o desde las políticas sanitarias”.
“El entendimiento del territorio nos puede ayudar a centrarnos en las personas. Llegar a ser médico, aprender a ser sanadores, es lidiar con la incertidumbre. La consulta no siempre debería terminar sólo con un diagnóstico, pero sí entregando la seguridad de que estoy ahí para esa persona y que estoy haciendo lo mejor posible”, expuso en parte de su intervención, la presidenta y fundadora de la Sociedad Peruana de Medicina Familiar.
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